La familia: Una unión de amor

Ser padre es una elección que muchos tienen bien subrayada en su lista de metas de vida. La creación de una familia, no es lo mismo que “ser” familia y para ello deben tomarse en cuenta implicaciones como la convivencia, el compartir y la comunicación.

Para construir una sociedad sana hay que trabajar desde el núcleo familiar, pues es allí donde proliferan los focos de violencia y como padres es importante hacerse una introspección para corregirse con el fin de criar mejor a los hijos que como fueron educados, opina Irma Veccionacche, terapeuta familiar. 

La familia contribuye a la socialización y al control social, al establecimiento de reglas y normas para convivir en sociedad. Y aunque los tipos son muy variados, es fundamental que se conciba como una unión de amor, donde a cada miembro se le otorgue la misma importancia, es decir, no sobreponer un hijo sobre otro o desautorizar alguno de los padres.

“Muchas veces cuando se presenta un conflicto con un hijo, aunado a que pueda tener algún trastorno de personalidad, ese hijo viene a mostrar un sistema que está en fallas, que tiene situaciones irregulares entre mamá y papá”.

Por eso es importante establecer canales de comunicación en la dinámica familiar y distribuirse la crianza de los hijos. Instaurar reglas y normas de acuerdo a la edad de los miembros de la familia, hacerlas flexibles y adecuadas a las necesidades y al desarrollo integral de cada uno, esto con el fin de evitar el autoritarismo y quebrar la comunicación familiar.

“Padres autoritarios, generan niños con problemas de conducta, o sumisión. A la larga pasan a ser niños sometidos a bullying convirtiéndose en agresivos para romper el patrón de sumisión de sus padres, o niñas que luego se someten al maltrato de su pareja”.

Ser madre/padre soltero no es un problema

Partiendo de que la familia debe ser una unión de amor, aquella donde esté ausente uno de los padres -las monoparentales- no necesariamente será calificada como “disfuncional”, mientras cumpla con las funciones para lo cual fue creada.

¿Qué puede hacer un padre soltero? Ir acompasando el crecimiento de sus hijos estableciendo pautas de contacto emocional, es decir, establecer tiempo de calidad para sus hijos, demarcando bien los roles y fijando normas y reglas claras, pero además, no caer en un error muy común en las familias monoparentales: hablar mal de uno de los padres.

“Al pretender dañar la imagen ausente se está afectando el 50% de su hijo, flagelando su estructura emocional. Hay que entender que si la relación no funcionó, la responsabilidad es de la pareja y no del hijo. Siempre hay que dejarle una imagen sana, porque le produce a su hijo un 50% de sanidad en su ser”.

Papá es la figura que aporta seguridad y confianza, y mamá, protección y defensa, agrega la especialista. Por lo que al hablar mal de papá ausente (un hecho muy común en la familia venezolana) se afecta la seguridad y confianza del hijo, generando un muchacho inseguro que en búsqueda de confianza tenderá a suscribirse a pandillas donde le brindarán la importancia, el reconocimiento, la aceptación y la seguridad que en su hogar no recibió.

Comunicación asertiva

Existen familias en las cuales el abuelo tiene más recursos que los propios padres y asume la manutención del nieto, en ocasiones tomando una postura de poder desconociendo la responsabilidad del padre o la madre, inhabilitándole en su rol; o ambos están tan entregados al trabajo que también ocupan a sus hijos de múltiples responsabilidades.

Pero “la pobreza no priva” y el dinero “no tiene más peso que la calidad emocional”, el soporte que el hijo requiere para un sano desarrollo.

“Lo importante es que papá y mamá se establezcan mucho en la parte emocional. Que pueda educar a mi hijo para desarrollar sus propias habilidades, muchas veces los padres lo que hacemos es preocuparnos porque sean el mejor en algo y descuidamos el contacto, dar un abrazo o un beso”. 

Lo ideal en la familia es la comunicación acertiva. Es decir, establecer frases afirmativas ¿hiciste la tarea? En vez de ¿no hiciste la tarea, verdad?; evitar interrumpir al hijo cuando se expresa y no hablar negativamente de él y menos en su presencia, recomienda Veccionacche.

“Con esto potenciamos lo que no sirve y se paraliza. Crear espacios donde el niño pueda comunicarse con el padre, ellos tienen necesidad, sufren de estrés, viven un mundo emocional que nosotros tenemos que permitirnos conocer”.

Los tiempos de calidad no tienen que ser de varias horas obligatoriamente, con algunos minutos dedicados 100% al hijo, para escucharlo, conversar sobre su día o compartir sobre cualquier tema que sea de su agrado es saludable para la relación. La especialista sugiere retomar los juegos de mesas que permiten compartir en familia.

Recomendaciones

Además del tiempo de calidad y el establecimiento de reglas, por ejemplo, no permitir el celular a la mientras están sentados en la mesa, recomienda que en la comunicación los hijos también puedan tomar decisiones: “En un paseo que el niño diga adonde quiere ir”. Respetar la jerarquía en el hogar y su posición en la familia.

“Mamá y papá deben estar de acuerdo en la forma de la crianza para no generar desequilibrio. Aprendemos a ser papás en función de como fuimos hijos. Podemos hacerlo diferente y en función de la sanidad de nuestros hijos”.

Alejandra Balliache
@aleballiache
Artículo publicado en Diario Primicia (2013)