
Para evitar contraer la hepatitis B debes vacunarte, sé precavido.
Escuchar sobre el VIH/Sida enciende las alarmas. Quizás no todas las personas conozcan a profundidad los pormenores de esta enfermedad, pero lo que sí está clara es su connotación con la muerte y por tanto la reacción inicial es evitarla. Sin embargo, el ser humano tiene otro enemigo, y hasta peor, el virus de la hepatitis B (VHB), cuya nocividad es casi ignorada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la hepatitis como una inflamación del hígado producida generalmente por una infección vírica. Está clasificada por cinco tipos principales: A, B, C, D y E, las más preocupantes debido a la gran morbilidad y mortalidad que causan, siendo las B y C principales promotoras de la cirrosis hepática y cáncer de hígado.
A esta lista, el gastroenterólogo Alberto Ruíz incluye otras dos que están siendo investigadas actualmente, las F y G. El especialista no esconde su evidente preocupación cuando habla del tema por el impacto que produce esta enfermedad en la población, pues son alarmantes los datos y cifras revelados por la OMS, sobre todo considerando que existe una vacuna capaz de prevenir el virus, a diferencia del VIH/Sida; por eso a veces dice estar cansado de hablar de un tema por el que nadie parece interesarse, no obstante persevera, y su mensaje alguna vez calará en sus pacientes.
“Es 100 veces más infeccioso que el virus del VIH”, resalta un par de veces, y a pesar de esto la enfermedad no ha adquirido el protagonismo en las campañas informativas de salud que le corresponde, por esta razón la OMS a través de un comunicado de prensa, y con ocasión a celebrarse hoy el Día mundial contra la Hepatitis, “insta a los gobiernos a tomar medidas contra los cinco virus de la hepatitis que pueden causar infecciones hepáticas graves y dan lugar a 1,4 millones de muertes cada año”.
Alerta con el VHB
Una persona puede contraer el virus y no enterarse hasta dos meses después cuando comienzan a manifestarse los síntomas, los cuales tampoco son tan específicos como para diagnosticar la enfermedad a simple vista, por eso se debe acudir a un médico que determine su existencia a través de los marcadores virales que se reflejan en los análisis de sangre. “El virus puede sobrevivir durante siete días y causar infección si penetra en el organismo de una persona no protegida por la vacuna”, explica el especialista.
En este lapso puede presentarse un cuadro agudo de la enfermedad o cronificarse, ocurriendo que el paciente se entera cuando ya es muy tarde para ser tratado adecuadamente. “Una vez que se adquiere y que pasa a una cronicidad, primero es muy costoso el tratamiento y segundo cuando acude muchas veces es muy poco lo que se puede hacer”, explica el doctor Ruiz.
Según las estadísticas, revela el especialista, 5% de la población mundial está infectada crónicamente por este virus; 10% de los pacientes que padecen de una VHB aguda evoluciona a una VHB crónica, y 5% de este último grupo padecerá de una cirrosis hepática o cáncer de hígado; por eso se dice que es el carcinomano más común después del tabaco.
“La mayor parte de los afectados no presentan síntomas durante la fase de infección aguda”, sin embargo cuando la desarrollan, se presentan algunos síntomas como ictericia (color amarillento de la piel y los ojos), orina oscura, fatiga extrema, náusea, vómitos y dolor abdominal, indica la OMS. También existen los pacientes que son asintomáticos y pueden convivir con el virus sin manifestar los síntomas o llegar a la cronicidad.
Contagio
Los modos de transmisión del VHB son los mismos que los del VIH/Sida, por contacto directo con la sangre o a través del semen o las secreciones vaginales de una persona infectada, incluso también la saliva es conductora, indica el doctor Ruiz.
La OMS resalta las siguientes formas de contagio:
Perinatal (de la madre al recién nacido durante el parto).
Infecciones en la primera infancia (infección que pasa desapercibida por contacto estrecho con personas infectadas en el hogar).
Prácticas de inyección peligrosas.
Transfusiones con sangre contaminada.
Relaciones sexuales sin protección.
Corren riesgo de sufrir la enfermedad de forma crónica 90% de los lactantes infectados en el primer año de vida; 30% a 50% de los niños infectados entre el año y los cuatro años; mientras que 25% de los adultos con infección crónica adquirida en la infancia mueren de cirrosis o cáncer hepático relacionados con el VHB y 90% de los adultos sanos infectados por el VHB se recuperan y se ven completamente libres del virus en un plazo de seis meses, revela la OMS.
No existe un tratamiento específico contra el VHB, por eso el doctor Ruiz es enfático cuando dice que lo mejor es prevenir. “La vacuna es segura y eficaz en 95% de los pacientes”.
Pero no se trata de colocarse una vacuna y ya, existe un esquema que cumplir a fin de protegerse completamente. “Ponerse una inicial, una al mes y otra a los 6 meses. Se calcula que puede durar entre 15 a 20 años, pero siempre propongo ponerse una reactivación a los 5 años”, expone.
Si no hay jornadas, acércate a un centro de salud o compra en la farmacia la vacuna contra la Hepatitis B y evita convertirte en parte del 5% de la población que está infectada crónicamente y que quizás tenga sus días contados.
Alejandra Balliache
@aleballiache
Artículo publicado en Diario Primicia (2013)